miércoles, 17 de marzo de 2010

Interfaces Cerebro-Máquina. ¿Ciencia ficción o realidad terapéutica)

¿Podemos controlar un ordenador o un brazo robotizado con nuestro pensamiento? Durante la primera década del siglo XXI varios estudios experimentales han mostrado la viabilidad de algo que hasta no hace mucho se consideraba materia de especulación de la ciencia-ficción: el control de sistemas artificiales como un ordenador o un brazo robotizado a través de las señales obtenidas del registro de la actividad de nuestro cerebro. Estos hallazgos han generado enormes expectativas de que estas interfaces cerebro-máquina puedan ayudar a reestablecer la capacidad de comunicación y la función motora de personas con graves discapacidades físicas.
¿Podrán neurocientíficos, ingenieros e informáticos superar los enormes desafíos (científicos, tecnológicos, clínicos, éticos) que se plantean y desarrollar interfaces que permitan interpretar las intenciones voluntarias de los pacientes?

Esta tarde Javier Mínguez (UZ) junto con José Luis Pons (investigador del CSIC) debatirán sobre esto en el marco de la Semana del Cerebro 2010. Será a las 18 horas en el Aula Profesor Botella, 1ª Planta, Pabellón Central de la Facultad de Medicina de la UCM.

lunes, 15 de marzo de 2010

Tecnología BCI no invasiva para recuperación motora

Una de las áreas más fascinantes (pero frustrantes) de investigación del último siglo ha sido sustituir (o recuperar) funciones humanas motoras. En los últimos años, la posibilidad de interconectar el sistema nervioso humano con un sistema robótico y usar este concepto para recuperar alguna función motora ha fascinado a los científicos. La idea es utilizar esto en pacientes con una lesión medular grave o una enfermedad neuromuscular crónica que interrumpe el flujo de información neural motora hacia las extremidades del cuerpo. Por ejemplo, estamos hablando de pacientes de esclerosis lateral amiotrófica, infarto cerebral, parálisis cerebral o lesiones en la columna vertebral.

El avance en tecnología BCI ha permitido el desarrollo de esta investigación, puesto que permite traducir en tiempo real la actividad eléctrica del cerebro en ordenes que controlen directamente dispositivos. Por otro lado, el enorme avance de la robótica en los últimos años en diferentes materias como sensores, actuadores, capacidad de procesamiento y autonomía, ha proporcionado dispositivos preparados para percibir, manipular, explorar, navegar e interactuar con el entorno.

La sinergia de ambos campos ha abierto un amplio abanico de posibilidades en términos de investigación para la sustitución (o recuperación) de capacidades humanas en contextos asistenciales y de rehabilitación. Algunos ejemplos en esta línea incluyen el control de robots (sillas de ruedas o robots de telepresencia):

Sillas de ruedas

De la Universidad de Zaragoza (publicado por New Scientist):


De la EPFL:


Control de robot de telepresencia

De la Universidad de Zaragoza:


De la Universidad de Geneva:


Control de un humanoide de la Universidad de Washington:


Aunque todo esto son primeros prototipos, lejos de la aplicación real en el día a día de un paciente, nos proporcionan una prueba de concepto, es decir, la prueba de que esto es posible y que continuar con esta línea de investigación puede dar unos frutos que faciliten la vida de estos pacientes en el futuro.